martes, 22 de septiembre de 2015

Cuando me doy cuenta de que google no va a entender un sentimiento que tengo, porque el traductor no conoce la manera de anotarlo en forma de oración, de dígitos, entonces tengo ganas de hablar con alguien! Y como es de madrugada y me encuentro sola en mi habitación, escribo para manifestarlo. Más que ganas de chatear lo que tengo es el deseo de ver realmente a la otra persona, sin la estética blanca que me recuerda a un hospital que suelen tener las redes sociales, y no porque no me gusten, me encantan y me entretienen, pero por momentos. Lo que realmente quiero es ver a alguien en persona, una persona de carne y hueso y poder tener una conversación en exclusiva, cuerpo a cuerpo, que los sentimientos fluyan acompasando las palabras y llevándolas al cuerpo, y que si uno ofende al otro se puede terminar en trompadas, y que si uno endulza al otro se puede terminar en pasión coreografiada.