jueves, 9 de febrero de 2012

A mi consigna me aferro. Sabré salirme cuando se abra la flor que crece en el pantano. Frecuento lugares intervenidos y acondicionados. Soy una chica de la urbe y yazco en un lecho. Quise prodigarme y festejar. Una escalera me paró el carro. Miré fijo el tarro y me cansé de mear. Soy de peluche las más de las veces. Algunas otras soy de porcelana. Cuando me pongo cursi gusto de vestir mona. En el fondo siempre quise vivir entre las ranas. El mundo se come mi atención a troche y moche. Me lleno la cabeza de enredadera y virulana. En mis jardines secretos cosecho unos ánimos bandidos. ¡Todos los días celebro el cumpleaños de alguna macana!